sábado, 8 de agosto de 2009

EL AGUAMARINA




Según el escritor romano Plinio, las mejores aguamarinas son las que
presentan el color puro y limpio del agua del mar e incluso llegan a ser
invisibles. Es por eso quizás que, entorno a esta creencia, se formó una curiosa
leyenda: se llegó a pensar que estas gemas procedían de un gran tesoro
perteneciente a las sirenas, otorgándoles un papel femenino y protector de
marinos y viajeros.

Ficha técnica

Hermana de la esmeralda, el aguamarina pertenece a la
familia del Berilo. Tiene unas constantes similares,
aunque algo más bajas. Sin embargo, el espectro y el
color lo deben al óxido de hierro.
Como inclusiones podemos encontrar: bifásicas, cristales
de calcita, turmalina, apatito, granate y agujas de rutilo,
además de algún velo y huella dactilar, y las famosas
“gotas de lluvia”, que no son más que cavidades
negativas con líquido o gas que dan a la gema un
aspecto algodonoso.
Industrialmente, la parte más opaca del aguamarina se
utiliza para obtener berilio, metal más ligero que el
aluminio, difícil de fundir, resistente a los ácidos e
inalterable en el aire.
Tratamientos
En la Edad Media, las más apreciadas eran las de un tono
azul verdoso. Pero como todo, también esta gema se
halla sometida a los dictados de la moda, y desde hace
varias décadas las más valoradas, que no las mejores, son
las de un tono azul cielo profundo, procedentes en su
mayoría de Brasil.

Para obtener un color azul más uniforme en los lotes, se
someten a un tratamiento térmico, entre 200 C, 300 C,
450 C -o incluso más, dependiendo del yacimiento-,
dentro de bolas de barro o carbón, para difundir mejor la
temperatura. Esto no reviste ningún problema, evitando
el choque térmico. El resultado es inalterable y duradero.
Imitaciones
La imitación más lograda es la espinela sintética con
cobalto, fácilmente reconocible si la miramos a través de
un filtro de Chelsea. De esta forma la veremos de un
color rojizo, cuando el aguamarina natural se ve azul
verdosa.



HISTORIA

En la Biblia encontramos alusiones a
ellas, en los pectorales de los sumos
sacerdotes. Los judíos, en el siglo V a.C.,
la utilizaban en joyería, cortada de
forma rudimentaria; la talla no se
descubriría hasta siglos después. El Papa
Gregorio el Grande la relacionó con los
arcángeles. Es la octava piedra de la
Jerusalén Celeste, la que representa la
tribu de Aser. Se la asocia, además, con
santo Tomás, unido al mar y al aire. En la
pintura flamenca de Van Eyck, es la
gema de la Virgen María antes de dar a
luz. Simboliza lo celeste, la inocencia y la
pureza del espíritu.


Tradición y magia

Manuscritos levantinos del siglo XIII la relacionan con la
undécima hora del día.
En ese mismo siglo, se utilizaba como método de
adivinación. Suspendiendo un anillo con esta gema, a
modo de péndulo, sobre un cuenco blanco con agua, en
cuyo borde estaban grabadas todas las letras del
alfabeto. Se le hacían preguntas y el Aguamarina
respondía.
El teólogo y filósofo catalán, Ramon Llull, dijo de ella que
ayuda a mejorar y desarrollar la inteligencia.
Tiene fama de que quien la lleva asiduamente será
siempre joven y feliz. Posee un aura especial, la de los
vencedores, que se abren camino en el mundo con su
propio esfuerzo. Da confianza y paz a quien la lleva.
Durante muchos años, el aguamarina fue un regalo
mágico que los novios ofrecían a las novias en el día de
su boda, para afianzar su amor y con la intención de que
su relación fuese perdurable. Hoy en día únicamente
conservamos la tradición de que la novia debe llevar
“algo azul”, en recuerdo de esa costumbre.

Gemoterapia

Actúa sobre los chakras cuarto, quinto y sexto. Su
influencia es útil, dulce, pero penetrante como el láser; el
inconveniente es que se debe utilizar como máximo diez
minutos, ya que se agota con gran rapidez. Necesita ser
limpiada y recargada después de cada uso, pero en su
favor hay que decir que se repone con gran facilidad.
Actúa sobre el sistema nervioso periférico y sobre las
cargas emocionales y sus manifestaciones somáticas. Un
ejemplo es la contractura de la musculatura cervical; en
este caso alivia mucho un masaje suave con dos cantos
rodados de aguamarina de arriba abajo, y desde el centro
hacia fuera; tapando luego la zona afectada para
conservar el calor y evitar corrientes de aire.
Estabiliza nuestra emotividad, equilibrando actividades
físicas y mentales. Piedra purificadora por excelencia, se
utiliza para desbloquear la garganta de todos los
pensamientos acumulados en ella y no verbalizados, que
impiden el libre flujo de la energía al resto del cuerpo.
Actúa también sobre estómago e hígado, órganos
sensibles al estrés y a los disgustos, al regular nuestra
emotividad. Es eficaz contra ansiedades y depresiones
leves, causadas por un deficiente funcionamiento de la
glándula tiroides. Induce una sensación benéfica de
tranquilidad, e indirectamente, al normalizar nuestras
emociones, no se debilita nuestro sistema inmunológico
y no somos tan vulnerables a pequeñas infecciones
como catarros, entre otras.
En la Edad Media se utilizó para prevenir y paliar las
molestias de la cavidad bucal -dientes, encías y
mandíbula-. Se usaban collares de esta gema contra los
dolores de muelas.

Su energía es receptiva; su planeta, la Luna y Venus,
aportan vivacidad a las tonalidades verde. El elemento es
el agua y es metal asociado en joyería a la plata, el oro
blanco y el platino. Aunque para sacar mejor partido de
sus propiedades terapéuticas es más recomendable su
combinación con materiales naturales, como el algodón
y la seda o junto al cuero en un colgante, ya que las
aleaciones metálicas pueden interferir con su energía si
la gema no se halla en contacto directo con la piel.
Por último, el aguamarina odia los espacios oscuros y
cerrados, languidece de pena como una planta si no le da
algo de luz. Si la mima, ella cuidará de usted.

texto © copyright

5 comentarios:

  1. Qué interesante. tengo en mis archivos varias imágenes de los cuadros de Van Eyck y buscaré el que mencionas para apreciar la piedra.
    Saludos Niña de las Piedras ..!
    .

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  2. Hola!
    Es completamente HERMOSO todo lo que has publicado acerca de esta piedra, que es mía,
    y que soy de ella.
    Algunas interrogantes que había tenido toda mi vida sbre mí misma acabas de resolverlas sin querer, con estas sabias letras.
    Te agradezco del fondo del corazón por compartir algo tan bello.

    Niña de las piedras:

    La Sirena del Agua te saluda,
    y desea lo mejor en tu camino...
    Si deseas mi amistad, que no haya duda:
    acércate y bebamos un buen vino,

    hablemos de mi mar y de tus gemas,
    de la estrella y la brisa cantarina
    de la luna en las olas,,, ven, no temas...
    Con todo mi cariño: Aguamarina...

    Salu2. Paz y Bien.

    ;)

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  3. Todo lo transparente me fascina, Niña de las Piedras...

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