viernes, 2 de marzo de 2012

EL PERIDOTO


Ficha técnica

Los orígenes del nombre son bastante complicados. En la
Edad Media, Alfonso X El Sabio lo llamó Zaberget, otros,
crisolito, y los franceses “peridot”. En el siglo XVIII, A.G.
Werner llamó “olivino” al mineral y “peridoto” a su
calidad gema. El olivino es una serie isomorfa entre el
silicato de magnesio forsterita y el silicato de hierro,
fayalita, que no existe como especie mineral. Entre las
dos composiciones,Mg2 SiO4 y Fe2SiO4, se halla el
peridoto que vendría a ser una parte de hierro por cada
ocho de magnesio.
Es el gran mineral formador de rocas volcánicas. El
yacimiento clásico de la isla de Zaberget, en el mar Rojo,
en su tiempo fue un volcán submarino en el cual, con
ayuda de procesos geológicos posteriores, la lava
emergió rica en olivino. Dada la alta temperatura, se
disolvió en el agua de mar y volvió a cristalizar de forma
hidrotermal, en filones. Sus condiciones de formación no
son nada fáciles y esto lo convierte en especial.
Cristaliza en el sistema rómbico. Su color oscila entre
verde amarillento, oliva y verde pardo y se lo debe al
hierro, pero la chispa de Sol la recibe de pequeñas trazas
de níquel y aluminio.
Densidad: 3,32 – 3,37
Dureza: 6,5-7
Índice que refracción: 1,65 -1,69
Es ligeramente pleocroico, interesa facetarlo de forma
que la tabla contenga los dos ejes ópticos.
Espectro: tres bandas entre el verde y el azul; los de
Hawai, al tener algo de cromo, tienen líneas en el rojo.
Es sensible al ácido sulfúrico y al clorhídrico, su color
mejora con tratamiento térmico. Como rareza, se pueden
encontrar peridotos con efecto ojo de gato y con
asterismo.
A 40 aumentos se pueden apreciar pequeñas trazas
de exfoliación y manojos de fibras de amianto, como
hierba, una mica (biotita), que le da una apariencia algo
parda. En los de Hawai se pueden encontrar inclusiones
gaseosas que pueden llegar a confundirse con las de las
sustancias vítreas; también hay en dos fases. El valor
económico llega a ser elevado, si el ejemplar posee un
buen peso, una buena transparencia y un color óptimo.

Historia, tradición y magia

La Biblia dice que es la gema de la tribu israelita de
Simeón, la séptima piedra del pectoral del sumo
sacerdote. Se la relaciona con el ángel Alair, el que vigila
el crecimiento de árboles y bosques. Es símbolo del
apóstol San Mateo

Su hora del día, las 7 a.m. “Fue llamada oro verde o
esmeralda de noche”. Es una gema atribuida a la
primavera, a la elocuencia y la persuasión. Siempre se la
ha considerado portadora de buena suerte y alegría. En
la época egipcia se la consideró un potente amuleto
contra los peligros de la oscuridad, ayudaba en el
tránsito de la vida y la muerte. En la antigua Roma, se
utilizaban anillos de oro con peridoto para elevar el tono
vital y así superar estados melancólicos.
Debido a su presencia “celeste volcánica”, fue
utilizada por antiguas culturas centroamericanas como
protector para ahuyentar la negatividad y como
reconstituyente después de una enfermedad. En la Edad
Media los cruzados la trajeron a Europa. Se utilizó mucho
en ornamentaciones, fue la gema preferida del barroco.
Entre los años 30 y 40 cobró mucha fama. Su energía
afloró a la superficie de la tierra, cuando la humanidad
más la necesitaba; durante la segunda Guerra Mundial
se la llamó “piedra de tránsito”, pues se consideró que
ayudaba a sobrellevar momentos difíciles.
En Heráldica simboliza fe, nobleza, constancia y
éxito. Se asocia al Sol, a Mercurio y a Venus. Del Sol recibe
su calidez emocional; de Mercurio, sus virtudes para la
mente; y a Venus le debe la facultad de favorecer las
funciones del aparato digestivo.

Yacimientos

El histórico es el de la isla Zeberget, en el
mar Rojo. En EE.UU. existe una lava
porosa en el Peridot Cañón. En Brasil,
Australia, Congo, Kenia, Sri Lanka y en
Birmania está asociado al Rubí. Los de
Hawai son de menor tamaño. En
Alemania hay pocos, pero de buena
calidad. También es material común en
los meteoritos con una matriz de hierroníquel
y hasta pueden ser tallados como
gema.
Peridotos célebres
En la corona de Rusia destaca uno de 193
quilates que se expuso en 1968 con
motivo del 50 aniversario del poder
soviético. En el museo Smithsonian de
Washington se encuentra el considerado
más grande del mundo con 319 ct. En el
museo geológico de South Kensigton de
Londres se expone uno de 136 ct.
Algunos ejemplares, con un color verde
oscuro, fueron confundidos en su día con
esmeraldas, como sucedió con una de las
gemas del cetro de los Reyes Magos, en
el tesoro de la Catedral de Colonia



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